lunes, 28 de mayo de 2007

Estupidez


"Nunca deberías subestimar lo predecible que es la estupidez"

Bullet Tooth Tony (Vinnie Jones) en Snatch. Cerdos y diamantes.




Hoy, esta noticia que he leído en el 20 minutos, me ha hecho recordar la que comenté hace unos días en esta entrada del blog con relación a mezclar distintos tipos de tejidos. Que los ultra-ortodoxos judíos no quieran utilizar ropa que mezcle algodón y lino no deja de ser, hasta cierto punto, anecdótico. Pero que renieguen del uso del ordenador por considerarlo "el auténtico Satán", sobrepasa, con creces, lo absurdo. Parece que lo que buscan es quedarse anclados en el pasado, evitando que cualquier símbolo de progreso o modernidad "ensucie" su inmácula existencia, que mantienen inmutable desde los orígenes de la civilización. Rechazar el acceso a Internet, la mayor fuente de conocimiento, sabiduría e información, alegando que el instrumento utilizado, el ordenador, es satán disfrazado, es la estupidez materializada. Además, todos sabemos que satán se disfraza con trajes fabricados con telas 50% de algodón y 50% de lino.

Creo que todo lo que empiece por ultra es, por definición, execrable. Conceptos como ultra-ortodoxo, ultra-heterodoxo, ultra-católico, ultra-ateo (si es que existe), ultra-derecha, ultra-izquierda, ultra-nacionalista, ultra-liberal, ultramarinos... (vale, el último puede considerarse la excepción que confirma la regla) son auténticas perversiones del ser humano. Como decía Aristóteles, demostrando una sabiduría que desde los antiguos griegos no ha vuelto a repetirse, "la virtud está en el término medio". Cuanto más alejado de ese "mesotes", más próximo a la irracionalidad y más alejado de la verdad.

La propuesta de una Internet kosher parece insuperable. ¿Qué será lo siguiente con lo que nos sorprendan estos grupos sectarios?

La noticia un poco más desarrollada, aquí.

domingo, 27 de mayo de 2007

Elecciones

"¡Seré alcalde! Seré el hombre más poderoso en Hill Valley"

Goldie Wilson (Donald Fullilove) en Regreso al futuro




Ya he votado. Y, como no podía ser de otra forma, antes de votar, he pensado, meditado, evaluado las diferentes opciones políticas y, al final, la papeleta dentro de la urna expresa mis más profundas (y por otra parte, arraigadas) convicciones. He votado a quien creo que lo hará mejor durante los próximos 4 años. ¿O era a quien pensaba que lo iba a hacer menos mal? ¿O al que creo que va a aprovecharse menos del cargo? ¿O al que pensará más en sus ciudadanos y menos en su alcaldía?... Da igual, seguro que mi elección no me defraudará...


Lo triste es que mañana, cuando ya estén los resultados definitivos, todos los candidatos dirán lo mismo. Unos por que tienen la alcaldía o presidencia autonómica, otros porque tienen más concejales que en las elecciones anteriores, otros porque han subido el número de votos, otros porque la parte contratante de la primera parte es igual a la parte contratante de la segunda parte, todos dirán "Hemos ganado". Y ninguno, independientemente del número de votos, escaños, concejales, alcaldías, etc., que consigan, ninguno dirá "Ha ganado el ciudadano".

"Sólo te puedo decir"

He escuchado está canción de Quijano, y me ha gustado.


Hay horas malas y peores
Pero siempre largas y malas
Hay horas ciegas y blancas
Siempre que me faltas
Hay noches que son días
Y más que días lágrimas
Que no se acaban, que se odian
Siempre que me faltas

No intentes imaginar lo que te quiero
Porque me ofendes cuando piensas que solo te quiero
Y no es eso,
Quererte es mucho, mucho más que eso
Sólo te puedo decir
Que se me escapa a la razón
Tener que imaginar un fin
Que no sea estar contigo
Cómo puedo concebir
Que no me abroches un botón
Que no me manches de carmín
Que no pueda vivir contigo

Hay techos que muestran tu cara
Paredes que cuelgan tu nombre
Armarios que encierran olores
Siempre que te marchas
Hay lunas que he visto contigo
Ventanas que no enseñan nada
Almohadas que son mi castigo
Siempre que te marchas

No intentes imaginar lo que te quiero
Porque me ofendes cuando piensas que sólo te quiero
Y no es eso
Quererte es mucho, mucho más que eso
Sólo te puedo decir
Que se me escapa la a razón
Tener que imaginar un fin
Que no sea estar contigo
Cómo puedo concebir
Que no me abroches un botón
Que no me manches de carmín
Que no pueda vivir contigo

Sólo te puedo decir
Que se me escapa a la razón
Tener que imaginar un fin
Que no sea estar contigo
Como puedo concebir
Que no me abroches un botón
Que no me manches de carmín
Que no pueda vivir contigo


Para Y.

lunes, 21 de mayo de 2007

Disculpas

"De verdad, de verdad que lo siento y pido disculpas sin reservas"

Archie (John Cleese) en Un pez llamado Wanda




Según publica El Mundo, Zara ha pedido disculpas a los ultaortodoxos judíos por fabricar ropa mezclando lino y algodón. No quiero imaginarme que hubiera pasado si, por ejemplo, se hubieran hecho unos pantalones con materias primas cultivadas por los palestinos.

Que alguien pida disculpas cuando considera que se ha equivocado, me parece elogiable, sobre todo por lo escaso de las disculpas hoy en día. Que una multinacional pida perdón porque el error que ha cometido pueda quitarle cuota de mercado y afectar a su cuenta de resultados es menos elogiable, pero son pequeños efectos colaterales, que para bien o para mal todos aceptamos, y que son parte de las reglas del juego de la sociedad de consumo en la que vivimos.

Que haya un grupo social, étnico o religioso, o lo que sea, que se pueda sentir ofendido por productos, de cualquier tipo, que salen a la venta al mercado, está a la orden del día. Que la ofensa sea porque se han juntado lino y algodón en el mismo traje... A mi me ofende más los que van vestidos mezclando pantalones de rayas con camisas de cuadros o combinan colores que hacen daño a la vista. Eso sí, reconozco que me cuesta imaginar a un ultraortodoxo judío, con su sombrero negro, sus patillas atirabuzonadas, sus melenudas barbas y una camiseta del Zara en color rojo chillón, de manga corta, en la que ponga, en grandes letras doradas, llenas de pequeñas lentejuelas, "100% algodón".

Por último, si, como dice el artículo, la ley judía por la que se rigen los ultraortodoxos prohibe crear nuevas especies de frutas, entonces, manzanas con manzanas y peras con peras, pero nunca peras con manzanas, lo que nos lleva a concluir, si no me ha fallado la argumentación, que Ana Botella es judía ultraortodoxa. Lo que no sé es si se comprará la ropa en el Zara...

viernes, 4 de mayo de 2007

Justicia

"Si no sirven la honradez ni el trabajo ni la justicia, pondremos un abogado."

Román Maldonado (Ricardo Darín) en Luna de Avellaneda



Hoy he leído esta noticia en el 20 minutos, en la que se dice que un juez ha demandado a una tintorería regida por coreanos por perderle unos pantalones solicitándoles 51 millones de dólares, y lo primero que he pensado es que se trata de alguna broma, engaño, hoax o similar, que ha existido algún tipo de error tipográfico, problemas en la traducción... Cualquier cosa salvo que la noticia sea verídica. Después he buscado más información sobre dicho artículo, encontrando infinidad de referencias sobre el mismo (ya no son 51, sino hasta 88 millones de dólares de indemnización, según las fuentes) en incontables medios de comunicación. Todo hace sospechar que la noticia sí es verídica. Incluso he visto que están creando una página web (http://www.customcleanersdefensefund.com/), que aún no está operativa, para ayudar con donaciones a la defensa de los coreanos.

Realmente no se qué es lo que más me sorprende. La demanda en sí misma, que sea un juez quien la realiza, que los dueños de la tintorería ofrecieran 12000 dólares para que se retirara la demanda, que esto pase en los EEUyU, (bueno, esto último no me sorprende)...

Pensándolo detenidamente, casi dan ganas de irse a vivir a los EEUyU. Una temporada allí, cuatro o cinco demandas por otras tantas tonterías, y de vuelta a casa para vivir con las ganancias de los juicios. Vale que existe el riesgo de que alguien compre una escopeta en un supermercado y se líe a tiros en mitad de la calle con la mala suerte de acabar en la trayectoria de una de sus balas, pero, ¿acaso hay inversión sin riesgos?

lunes, 23 de abril de 2007

Otro canon

"A mi no se me dan muy bien los idiomas pero pronto descubrí que el mejor idioma es el de los dolares, los dinares, los dracmas, los rublos, las rupias y las putas libras esterlinas."

Yuri Orlov (Nicolas Cage) en El señor de la guerra



Hace unas semanas ya escribí unas reflexiones baratas sobre el canon de la SGAE. Aunque en principio no se puede comparar, ya que la motivación en cada caso es distinta (o eso se supone), la directiva de la UE que obliga a tener que pagar un nuevo canon por cada préstamo de un libro que se hace en una biblioteca me parece uno de los mayores ataques realizados contra la cultura. Este nuevo impuesto es un traba en el camino que facilita el acceso a la cultura, una rémora que entorpece la educación, un valladar en la senda del conocimiento, una lastre que obstaculiza el desarrollo del lenguaje, un óbice para el saber...

Probablemente estaría de acuerdo con el canon si lo que con él se recaudara se revirtiera en aumentar y mejorar el alma de las bibliotecas, poblándolas con nuevos ejemplares de obras y textos y ampliando la oferta cultural que ofrecen estos lugares, custodios del saber desde el comienzo de la civilización. La verdad que no lo sé, pero me temo que quien se encargará de gestionar este nuevo canon volverá a ser la SGAE.

Hoy ha sido el día mundial del libro. ¿Tiene sentido celebrar el día del libro cuando se están generando leyes que dificultan el acceso de los libros a los ciudadanos? Esperemos que no, pero da la sensación de que en breve dejará de existir y pasará a ser el día del euro, del dólar o, citando la frase que encabeza esta entrada, de la puta libra esterlina...

sábado, 21 de abril de 2007

Limbo

"Lo que tenemos aquí es un soñador. Alguien completamente fuera de contacto con la realidad."

Tim Weiner (Jonathan Tucker) en Las vírgenes suicidas



Se barruntaba desde hace tiempo, pero ya se ha hecho oficial que el limbo ha dejado de existir. No se si como consecuencia del cambio climático (esta vez todo apunta que no tiene nada que ver), pero el hecho es que la iglesia católica ha quitado tan socorrido lugar para los soñadores, que hacían del mismo un inevitable punto de encuentro desde el que lanzar su imaginación a fantásticos viajes; ese emplazamiento en el que evadirnos cuando necesitamos un descanso y no podemos movernos de donde estamos no podremos volver a visitarlo. Se podrá seguir viajando a Babia, estar en las nubes, subidos a la parra o ponernos a pensar en las musarañas, pero los billetes de ida y vuelta al limbo, han dejado de venderse. ¿Encontrará la imaginación nuevos lugares donde acampar? Seguro que sí.

D.E.P. tan sacrosanto lugar.